-"Un viaje para dos". Él le dijo: Te llevaré al fin del mundo. Ella respondió: Sin ir más lejos, te quiero a ti.
-Cada noche repasaba con las yemas de los dedos las arrugas de su piel. Después sonreía. Y le decía: Qué lejos hemos llegado.
-"A lo loco se quiere mejor". Él decidió perder el juicio. Ella le dio la razón. Y así. Porque se entendían. Perdieron la cabeza.
-Dime lo alto que quieres llegar y yo te subo.- Le prometía mientras él mientras ella señalaba con el dedo índice su frente.
-Entonces se quitó el jersey, se lo puso a ella y al ver que le quedaba bien, le respondió convencido: ¿Lo ves? Sí que estoy hecho para ti.
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