-Cuando nos dijeron que la vida era dos días, el primero elegimos
querernos y el segundo perdonarnos todo para no dejar de hacer lo primero.
-No era lo que buscaba.
No se parecían en nada.
No tenía la forma de esa media mitad.
No traía mariposas.
Él no…
Pero cómo le hacía reír.
-¿Cómo sabré que es de verdad?
-Cuando te parezca mentira y no puedas creértelo.
-Teníamos tanto vértigo a las alturas que no lo pensamos dos veces. Sin
dudar apuntamos a lo más alto.
-Es tan raro… y tan diferente…y lo entiendo tan pocas veces… Pero siempre
me callo, sonrío y dejo que nos haga excepcionales a los dos.